jueves, 12 de mayo de 2011

El enigma de Abel Zapatero


Sostengo desde hace tiempo una teoría sobre Abel Caballero. Que tiene un doble. Que han hecho un clon que para su desgracia se parece mucho al original por fuera, pero que, para desgracia de los vigueses, no se parece nada por dentro. Es como una oveja Dolly que camina a dos patas. No sé si la oveja Dolly ejerció de alcaldesa de algún municipio escocés durante su corto periodo de vida, pero en el hipotético caso de que lo haya hecho, tras unas elecciones de esas en las que a los escoceses debía salirle el guisqui por las orejas, no creo yo que hubiera hecho peor papel que éste clon del genuino Caballero, que recuerdo yo que era un señor que se había doctorado en Cambridge y postgraduado en Essex. ¿Alguien sabe dónde está el genuino Abel Caballero? A lo mejor lo mantienen secuestrado los Carlos Font, los Héctores, las Abelairas, las Silvas, ¡corre Carmela que chove!, no vaya a ser o demo que aparezca de repente y se ponga a expulsar a todos esos mercaderes del templo municipal de la Plaza do Rei.

Aquel Caballero, al que yo tuve el gusto de conocer, tampoco es que fuese un claro aspirante a premio Nobel de economía, pero se manejaba con el Debe y el Haber, e incluso hubo ocasiones en que le cuadraban las cuentas. Al clon que han puesto al frente del gobierno bipartito de Vigo no le cuadran ni los cuentos. Ni el AVE, ni el albergue, ni el desdoblamiento del puente de Rande, ni la superficie de un aeropuerto para cuatro millones de personas que, con mucha suerte, aspira a una cuarta parte de usuarios, ni la autovía alternativa Vigo-Pontevedra, ni el hospital público que ni siquiera llegó a tener forma de maqueta, que es la única especialidad que hay que reconocerle al clon de aquel señor que una vez, antes de pasar por el diván del psiquiatra, fue ministro de transportes con Felipe González.

Se ha sabido de casos de tipos no muy tontos que han acabado perdiendo la cabeza. Pero no hay demasiados precedentes de individuos que hayan perdido su identidad. En ése sentido, el genuino Abel Caballero, en paradero desconocido, es un digno caso de estudio antropológico.

Dice un amigo mío que me deje de teorías sobre conspiraciones de ingeniería genética. Que éste señor que acaba de anunciar un Vigo en femenino, que debe significar que su última ocurrencia va a ser llamarle a la ciudad Viga, es el mismo que daba clases de economía en la Universidad de Vigo hace unos años. Lo único que ocurre es que ha montado un chiringuito, una franquicia del ruinoso negocio de Zapatero, y se ha “enganchado” al vicio de darle al déficit, endeudarse hasta las cejas, dejar el territorio poblado de parados, aumentar la población de personas sin techo y jugar todo el día a contar mentiras, vamos a contar mentiras tralara, vamos a contar mentiras tralara, vamos a contar mentiras…Les dejo resolviendo el enigma de Abel Zapatero.

Les dejo pues que mediten sobre estas dos teorías: la de la clonación o la de la franquicia. Cualquiera de ellas puede helar el corazón de los vigueses.