jueves, 11 de noviembre de 2010

EL ENGAÑO DE POVISA (II)

Pero no solo de Faro vive el vigués, así que en la edición del 11 de noviembre del diario Atlantico leí un artículo de opinión de Alejandro Martín que me gustó bastante, os resumo:

Abel Caballero quizá por la hiperactividad con la que ha querido apuntalar su mandato, ha caído en la ilógica de la contradicción absoluta. Es capaz de hacer una cosa y la contraria, de defender por la mañana que el hospital privado Povisa siga adelante con más dinero de la Xunta y por la tarde protagonizar un acto en contra de la financiación, con dinero en parte privado, de un hospital público. No intenten encontrar explicaciones: no las hay más allá del interés del alcalde por salir todos los días en los medios. Diciendo un día que no se presentará a la reelección si Caixanova no sigue sola, y después felicitándose por el resultado de la fusión: favorable a los intereses de vigo, pero también paritaria y equilibrada, no una absorción. Y por supuesto, Caixanova no seguirá sola, sino que desaparece como tal entidad.

Insistir en esto no es serio, va a la inauguración de un hospital privado, se reune y miente diciendo que el nuevo hospital es privado por dar concesión a servicios como cafetería, limpieza.... incluso va a una manifestación en contra de que en Vigo la ciudad de la que es Alcalde, se quede sin hospital, que por cierto será uno de los más grandes de europa.

¿Por que ahora defiende a un empresario que tiene un hospital privado, y un montón de empresas más? ¿Son amigos? Todo esto es un poco extraño....

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL ENGAÑO DE POVISA

Cuando uno ya peina canas tiene amigos hasta en el infierno, y a veces llegan a estos oídos noticias que nunca quisiera escuchar. Desde este humilde blog poco puedo ayudar, pero no puedo resistirme a relatar hechos que puedan aportar algo de luz sobre este oscuro tema.
ESTO NOS INCUMBE A TODOS LOS VIGUESES.

El máximo accionista de POVISA, José Silveira, es el consuegro de Julio Fernández Gayoso. Parece que ha aprendido del Presidente de Caixanova las artes de extorsionar la Xunta de Galicia en su propio beneficio. Silveira únicamente está preparando un ere para 200 trabajadores del centro sanitario, pero ha hecho cundir la alarma en Vigo y en Galicia anunciando un ere que podría afectar a 1200 trabajadores.

A la Xunta le entra el pánico, naturalmente, y de nuevo queda expuesta a una reacción injustificada de la opinión pública. Este proceso de acuerdo entre Xunta y POVISA mantiene al gobierno gallego maniatado, mientras Abel Caballero, espera el mínimo patinazo popular para montar otro auto sacramental de viguismo. En definitiva:

1) Silveira quiere deshacerse de 200 trabajadores y amenaza con deshacerse de 1200 para que le entre el acojono a la Xunta.
2) La Xunta puede acabar firmando un nuevo acuerdo con POVISA de diez años, con lo que el centro de salud privado sigue manteniendo o incrementando sus ingresos procedentes de la partida presupuestaria del concierto con el SERGA, al mismo tiempo que reduce los costes salariales de 200 trabajadores que va a echar a la calle con el correspondiente perjuicio para el servicio que pueda prestar POVISA a sus pacientes.

Como veréis, le han tendido una nueva trampa a la Xunta y están engañando a la ciudadanía de Vigo y su área de influencia.

Ayer, un ex alcalde socialista de Vigo, Carlos Príncipe, sostenía en TV Voz su total acuerdo con la actitud de la Xunta: es intolerable decía, que POVISA le exija al gobierno gallego un acuerdo de concertación para diez años, cuando en el plazo de tres o cuatro años entrará en funcionamiento el nuevo hospital de Vigo. Es evidente que el concierto con POVISA es hoy por hoy imprecindible para prestar servicio sanitario al área de influencia de Vigo. Pero no deja de ser una empresa privada. Cuando se inaugure el nuevo hospital de Vigo, ¿la Xunta puede mantener el gasto comprometido con POVISA y afrontar el mantenimiento del nuevo hospital público de Vigo?. Parece un sinsentido.

En cuanto a la actitud que pueda adoptar Abel Caballero según se desarrollen las cosas, si defiende la posición de POVISA se estaría contradiciendo con la cruzada mediática que ha emprendido en defensa a ultranza (electoralista, por supuesto) de la sanidad pública. No puede uno posicionarse en contra de un hospital público construído con inversión privada, y salir después en defensa de un hospital privado que mantiene un concierto con el SERGAS.

En definitiva, los populares han caído en la trampa del ere brutal que anuncia POVISA, cuando en realidad sólo pretenden matar dos pájaros de un tiro: despedir a 200 trabajadores por la cara y mantener durante diez años el concierto con la Xunta.