viernes, 15 de abril de 2011

Feitos afónicos


Por más que intento agudizar el oído, no soy capaz de escuchar los dichoso “feitos” que según Abel “falan”. Para mí que sólo los oye el señor candidato a alcalde, que tiene un don sobrenatural para escucharse a sí mismo y no escuchar a los demás, y acaba siempre convenciéndose de que hace lo que dice, cuando todos sabemos que es un especialista en anunciar lo que no hace. Anunció el AVE a Vigo, la nueva depuradora, decenas de veces su dichoso “hospital público”, su retirada si Caixanova no permanecía en solitario, la ciudad de la justicia, el pleno empleo, seis mil viviendas de protección oficial, el desembarco de IKEA, un plan Nouvel, una remodelación del Ayuntamiento bajo la “austera” dirección de Moneo, no sé si ha puesto la primera piedra de la Estación de un AVE que quizá llegue durante éste siglo y es posible que todavía anuncie la llegada de un vigués a Marte (por cierto, si se anima a esto último, propongo como astronauta a Carmela Silva, que lleva varios meses en la luna, aunque ella asegura que está en El Senado)

Lo de Vigo es que es mala suerte. Teníamos dos modelos de socialistas en la sección de Caballeros, y en vez de sacarnos el bueno, el que debería llamarse Abel en vez de Gonzalo, va y nos sacan al malo, el que debería llamarse Caín y resulta que a su madre se le ocurrió ponerle ése nombre que no le pega ni con cola. Como persona, ha intentado matar políticamente a su propio sobrino con argucias antidemocráticas, como el genuino Caín se cargó a su propio hermano. Pero es que, como gestor, fíjate el nivel que ha alcanzado que ocupa uno de los diez últimos lugares entre los alcaldes peor valorados de España.

El sigue insistiendo en que “falan os feitos”. Debe estar convencido de que los vigueses, además de parvos, somos sordos. Aquí sólo falan el tal Font, la tal Carmela Silva, Isaura Abelairas y todas esas “voces de su amo”. Pero, para lo que dicen, podían estar perfectamente calladitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario